martes, 30 de julio de 2013

Confiar en Dios

En muchas situaciones se me hace difícil creer verdaderamente en mí mismo, en este mundo difícil en el que muchas veces dejamos que otras personas nos señalen y nos digan que no somos capaces, o nos marcan con etiquetas que nosotros mismos comenzamos a aceptar. Todos somos capaces de lograr algo, sea pequeño o grande es de igual importancia. Si la causa es para el bien y es la voluntad de Dios, nadie podrá impedirlo ni callarnos.


Algo que quiero regalarle a ustedes, es algo que nació en mi corazón un día, en el que después de mucho tiempo me propuse a volver a creer en mí mismo, en lo que soy, en el valor que cada uno tiene para Dios. Y fue lo siguiente lo que comenzó a despertarme: “Si yo confío en Jesús, y él habita en mí, yo también tengo que confiar en mí mismo”. Rezando sobre esto, otras palabras inundaron mi corazón, fueron buscándome y concluí que: “Dios cree en nosotros antes de que nosotros pudiésemos creer en él, en el momento de crearnos, él creyó en nosotros, creyó de que podemos amarlo a él y también amar a los demás como él nos amó, y nos ama. Nada de lo que tenemos es verdaderamente nuestro, si es un regalo de Dios que podemos amar, sólo nos queda entregarnos a él tal como somos”. Muchas veces queremos hacer sólo nuestra propia voluntad, sin buscar la voluntad del Padre, de lo que quiere de nosotros, que es perfecta y no alcanzan las palabras para expresar esta perfección, la perfección del Espíritu de Dios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario